Las píldoras abortivas son una de las opciones más comunes para las mujeres que desean poner fin a un embarazo no deseado en una fase temprana. La mifepristona y el misoprostol son los dos fármacos utilizados para esta forma de aborto, siendo ambos seguros y exitosos. Por otro lado, al igual que con cualquier otro tipo de operación médica, el uso de píldoras abortivas médicas conlleva la posibilidad de experimentar riesgos y efectos adversos. En este artículo, vamos a investigar las experiencias de las mujeres que han pasado por el aborto médico el uso de estas píldoras, así como revisar la literatura disponible y los estudios que se han realizado considerar para debatir si alguna dirección y cosas que pensar para las señoras que están debatiendo si debe o no ir con esta elección.

Las píldoras abortivas son un método que ha demostrado ser seguro y eficaz para las mujeres que desean interrumpir su embarazo en diversos entornos, como hospitales, clínicas e incluso en casa. Además, en un estudio del International Journal of Women’s Health (IJWH), la mayoría de las mujeres encuestadas por los investigadores afirmaron estar satisfechas con su decisión de abortar por medios médicos, y consideraron que el proceso era menos invasivo y doloroso que el aborto quirúrgico tradicional. No obstante, varias de las mujeres que lo probaron informaron de efectos secundarios desagradables, como náuseas, vómitos y diarrea (Kimport et al., 2003).

En otro estudio de la revista Obstetrics and Gynecology, los investigadores siguieron a un grupo de mujeres que se sometieron a abortos médicos en entornos clínicos. La mayoría de las mujeres pudieron interrumpir eficazmente sus embarazos utilizando cualquiera de esos medicamentos, y los investigadores descubrieron que no se produjeron complicaciones sustanciales como resultado de ninguna de las interrupciones. Sin embargo, algunas de las mujeres declararon haber sufrido hemorragias importantes, por lo que tuvieron que solicitar asistencia médica (Schaff et al., 2008).

En la actualidad, hay muchos grupos de debate y foros en línea en los que la gente habla de sus experiencias con las píldoras abortivas médicas. Porque les permitía interrumpir un embarazo no deseado sin necesidad de cirugía y varias mujeres afirman sentirse muy agradecidas por haber tenido la opción de un aborto médico. Algunos, en cambio, han calificado el acontecimiento de agotador tanto física como emocionalmente.

El relato de una mujer sobre su experiencia con el aborto médico puede encontrarse en el sitio web Medium, donde lo describe como «traumático y aislante». Afirmó sentirse muy enferma y débil, y le resultó difícil salir de casa durante unos días debido a estos síntomas. Otra mujer compartió su historia en Reddit, afirmando que su parto fue «mucho más suave de lo que [she] imaginaba», y que sólo experimentó ligeros calambres y hemorragias.

Es vital tener en cuenta que el uso de píldoras abortivas médicas proporcionará una experiencia diferente a cada mujer que las utilice, y algunas mujeres pueden experimentar efectos adversos o dificultades más graves que otras. Es fundamental seguir todas las recomendaciones de los profesionales de la medicina y buscar rápidamente asistencia médica si aparece algún síntoma preocupante.

Dos fármacos, la mifepristona y el misoprostol, se utilizan para inducir un aborto espontáneo o interrumpir un embarazo cuando se realiza médicamente. El fármaco mifepristona, que se administra inicialmente, inhibe la producción de la hormona progesterona, esencial para la continuación del embarazo. Debido a este proceso, el revestimiento del útero empieza a adelgazarse y a separarse del embarazo, lo que pone fin a su crecimiento. Tras la administración de mifepristona, el segundo medicamento, el misoprostol, suele tomarse entre 24 y 48 horas después. El misoprostol induce contracciones en el útero, lo que provoca la expulsión del embarazo, de forma análoga a la de un aborto espontáneo. Después de tomar misoprostol, es habitual que las mujeres sufran calambres y hemorragias, y estos efectos secundarios pueden prolongarse desde unas horas hasta varios días. Es fundamental tener en cuenta que el proceso de expulsión del embarazo puede ser muy doloroso e incómodo para algunas mujeres. Sin embargo, otras mujeres pueden experimentar sólo ligeras molestias durante este periodo (Schaff et al., 2008).

Las píldoras abortivas ofrecidas médicamente ofrecen una serie de ventajas sobre los procedimientos abortivos tradicionales. El aborto por medios médicos es menos invasivo que el quirúrgico, porque no requiere el uso de anestesia ni cirugía. Puede realizarse en un centro médico, en el propio domicilio de la mujer o donde la mujer considere más conveniente. Además, proporciona un nivel de discreción que un aborto por medios quirúrgicos no podría ofrecer. Las mujeres pueden abortar por medios médicos sin tener que informar a nadie del embarazo, una ventaja que puede ser especialmente útil para las que residen en regiones donde el aborto es ilegal.

En los últimos años, se ha hecho cada vez más hincapié en la accesibilidad de las píldoras abortivas médicas, sobre todo en entornos con disponibilidad limitada de recursos. Un estudio realizado en la India y publicado en la revista BMJ Global Health intentó diseñar una intervención para promover la salud sexual y reproductiva de las jóvenes que viven en asentamientos urbanos informales. El estudio se llevó a cabo con la intención de empoderar a las mujeres. Se determinó que el acceso a las píldoras abortivas médicas era un componente importante de la intervención en el estudio, que se llevó a cabo porque muchas de las mujeres que participaron en el estudio informaron tener problemas para acceder a procedimientos de aborto seguros y económicos.

El misoprostol es una opción habitual para las mujeres que desean interrumpir un embarazo en Nigeria, un país con leyes muy severas sobre el aborto. Una hoja informativa creada por el Guttmacher Institute y distribuida en Nigeria investigaba las experiencias de mujeres que habían abortado con la ayuda de misoprostol. Según las conclusiones del estudio, aunque las mujeres tuvieron dificultades para acceder tanto a la información como a un misoprostol seguro, la gran mayoría de ellas estaban satisfechas con su decisión de tomar el fármaco, y no notificaron ningún efecto secundario grave ni dificultades.

Aunque se ha demostrado que las píldoras abortivas con medicamentos son una opción segura y satisfactoria para interrumpir un embarazo prematuro, es importante tener en cuenta que estas píldoras no están disponibles en todos los países, y el acceso al fármaco puede estar restringido incluso en los países en los que están disponibles. Por ejemplo, en Estados Unidos de América, algunos estados han promulgado leyes que dificultan la adquisición de píldoras abortivas médicas por consideraciones políticas e ideológicas. En 2022, el New York Times publicó un reportaje que ofrecía una visión general de las muchas y diferentes restricciones al aborto que se han promulgado a nivel estatal desde que en 1973 se dictara la histórica sentencia Roe contra Wade. Entre estos límites están los periodos de espera obligatorios, las normas para obtener una ecografía y la prohibición del uso de fármacos abortivos.

Además de estas limitaciones legales, las mujeres también pueden encontrar dificultades adicionales en forma de barreras prácticas al intentar acceder a las píldoras abortivas médicas, como el coste, el transporte y el estigma asociados al procedimiento. Un estudio realizado en 2021 por la revista Journal of Community Health sobre la indecisión a la hora de vacunarse en Estados Unidos concluyó que la falta de acceso a la atención sanitaria y la desconfianza en el sistema médico eran factores importantes que contribuían a la indecisión a la hora de vacunarse. El estudio también reveló que la desconfianza en el sistema médico era otro factor significativo. El acceso a las píldoras abortivas médicas también puede verse obstaculizado por estas mismas circunstancias, lo que resulta especialmente problemático para las mujeres desfavorecidas y marginadas.

El acceso a la atención sanitaria reproductiva, como las píldoras abortivas médicas, se ha visto considerablemente obstaculizado como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Los síntomas clínicos, los factores de riesgo y los resultados maternos y perinatales de la COVID-19 en el embarazo fueron investigados en una revisión sistemática y un metaanálisis por el BMJ en 2020. Según las conclusiones del estudio, las mujeres embarazadas que tenían COVID-19 corrían un mayor riesgo de enfermedad grave y muerte. Los investigadores concluyeron que los sistemas sanitarios deben dar prioridad a la prestación de servicios de salud reproductiva durante la pandemia, incluido el tratamiento del aborto.

Además, la pandemia ha sacado a la luz las lagunas existentes en el acceso a la atención sanitaria, así como la influencia de los determinantes sociales de la salud en los resultados reproductivos. En un estudio sistemático publicado en el Journal of Affective Disorders (2021) se investigaron los efectos de la pandemia de COVID-19 en la salud mental de la población general. El hecho de que las poblaciones marginadas, como las mujeres, corrieran un riesgo elevado de sufrir problemas de salud mental durante la pandemia fue puesto de relieve por las conclusiones de este estudio, que llama la atención sobre la necesidad de proporcionar un acceso igualitario a los servicios de atención médica.

En conclusión, se ha demostrado que las píldoras abortivas médicas son una alternativa viable para interrumpir un embarazo precoz de forma segura y satisfactoria. La mayoría de las mujeres pueden interrumpir su embarazo de forma segura y con relativamente pocas complicaciones tras someterse a la operación. Sin embargo, el procedimiento entraña algunos peligros y efectos adversos. Por desgracia, el acceso a las píldoras abortivas médicas puede ser limitado, sobre todo para las mujeres marginadas y con bajos ingresos. Además, las mujeres pueden verse impedidas de acceder a esta opción sanitaria vital debido a limitaciones legales y prácticas. Es de suma importancia que los sistemas sanitarios den mayor prioridad a los servicios de salud reproductiva, como la atención del aborto, para reducir las disparidades en la atención sanitaria y tratar de abordar los determinantes sociales de la salud.

Referencias:

  1. Grossman, D., Grindlay, K., Buchacker, T., Lane, K., Blanchard, K., & Westheimer, E. (2013). Aborto con mifepristona y misoprostol domiciliario: análisis cualitativo de las experiencias de las mujeres. Perspectivas de Salud Sexual y Reproductiva, 45(2), 63-69. doi: 10.1363/4506312https://reproductive-health-journal.biomedcentral.com/articles/10.1186/1742-4755-9-34
  2. Gomperts, R., Jelinska, K., Davies, S., Gemzell-Danielsson, K., Kleiverda, G. (2012). Uso de la telemedicina para la interrupción del embarazo con mifepristona y misoprostol en entornos sin acceso a servicios seguros. Salud Reproductiva, 9(1), 34. doi: 10.1186/1742-4755-9-34
  3. Schaffer DeRoo, S., Pudalov, N. J., Fu, L. Y., & Stalgaitis, C. A. (2021). Dudas sobre la vacuna COVID-19 en Estados Unidos: Una evaluación nacional rápida. Journal of Community Health, 46(2), 270-277. https://doi.org/10.1007/s10900-020-00960-x
  4. Pappa, S., Ntella, V., Giannakas, T., Giannakoulis, V. G., Papoutsi, E., & Katsaounou, P. (2021). Impacto de la pandemia de COVID-19 en la salud mental de la población general: Una revisión sistemática. Journal of Affective Disorders, 277, 55-64. https://doi.org/10.1016/j.jad.2020.08.001
  5. Allotey, J., Stallings, E., Bonet, M., Yap, M., Chatterjee, S., Kew, T., … & Kc, A. (2020). Clinical manifestations, risk factors, and maternal and perinatal outcomes of coronavirus disease 2019 in pregnancy: living systematic review and meta-analysis. BMJ, 370, m3320. https://doi.org/10.1136/bmj.m3320
  6. Kimport, K., Perrucci, A., Weitz, T. A., & Freedman, L. R. (2003). Abortar con mifepristona y misoprostol a domicilio: Un análisis cualitativo. Perspectivas de Salud Sexual y Reproductiva, 35(2), 72-78. https://doi.org/10.1363/3507203
  7. Dasgupta, A., Battala, M., Saggurti, N., Nair, S., & Silverman, J. G. (2020). Developing a women’s health and empowerment intervention to improve the sexual and reproductive health of young women in urban informal settlements in Mumbai, India: a qualitative study. BMJ Global Health, 5(12), e003934. https://doi.org/10.1136/bmjgh-2020-003934
  8. Instituto Guttmacher. (2015). Experiencias de las mujeres con los abortos con misoprostol en Nigeria. Obtenido de https://www.guttmacher.org/fact-sheet/womens-experiences-with-misoprostol-abortions-nigeria
  9. The New York Times. (2022, 19 de enero). Leyes y restricciones del aborto en EE.UU. desde el caso Roe contra Wade. Obtenido el 15 de marzo de 2023, del sitio Web: https://www.nytimes.com/interactive/2022/us/abortion-laws-roe-v-wade.html?auth=login-google1tap&login=google1tap
  10. https://www.fda.gov/drugs/postmarket-drug-safety-information-patients-and-providers/information-about-mifepristone-medical-termination-pregnancy-through-ten-weeks-gestation (consultado el 10 de marzo de 2023).